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Qué debe tener un restaurante para que sepamos que es bueno

La Ley de las cinco reglas

Cuando inicié este proyecto. Me dije a mi misma que si había un establecimiento que no mereciera formar parte de la UGE, sencillamente no entraría, lo obviaría sin más. Aquí no estamos para criticar ni para hundir los negocios de nadie, estamos para disfrutar, en positivo, para recomendar sólo lo bueno, para hablar de lo que nos gusta, de las cocinas de donde salen platos de verdad, elaborados con honradez, sentido común y exquisita materia prima. Del resto, ya hablan otros críticos a los que les pagan por hacer bueno lo malo.

Por eso hoy les voy a dar algunas pautas para que sepan reconocer un buen espacio de gastronomía.

Hay varias cosas que valoro muchísimo cuando  uno va a comer y lleva hambre, lo que quiere es comer. Nos da exactamente igual que la vajilla sea china, de barro o de gres, lo que queremos es saciar el apetito de la manera más placentera posible. En resumen, que la comida sea lo mejor que hagan allí. Hace tiempo que aprendí que la fachada del establecimiento no lo es todo. Es habitual encontrar grando se dispone de instalaciones tan caras y herramientas tan modernas, no se entiende que no sean capaces de poner comida en condiciones. Por lo tanto, fuera prejuicios, hay que pasar, entrar, con ilusión, con ganas de descubrir alguna maravilla y poner los pies en su interior.

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Lo primero que advertimos son los aromas, el perfume del restaurante: hay que respirar vida. Los buenos restaurantes suelen estar muy bien ventilados, eso les ayuda a mantener un aroma especial, mezcla de mantelería recién lavada y planchada y lo que se escapa de cocina anunciando gato por liebre.

Y por último, para mi la más importante de las 5 reglas, honradez. Paso automáticamente a tachar de la lista a todos aquellos locales que después de haberme puesto de comer algo que cuesta 20 euros, me cobren 50. Es posible que a veces los clientes parezcan tontos, pero no hay que confundir la prudencia con el miedo a decir lo que se piensa. A menudo, por educación, simplemente nos callamos, pagamos y nos vamos. Eso sí, no volvemos en la vida.

Estas son las cinco reglas de la Ley de compromiso que debe cumplir un buen restaurante. Ahora, elijan el tipo de restaurante que más les guste, con el tipo de ambiente que más les plazca. Todos deben cumplirla, si no, es que no merece la pena.

Muchos estaréis pensando que ya todo esto lo sabíais. Bien. El recordatorio es simplemente para decirles que aquí, en la UGE, no vamos a hablar de nadie que no cumpla estas cinco reglas.

Disfruten de la gastronomía de este domingo, amigos, y sean felices.

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